Para amar a otros,
debes empezar por amarte a ti mism@

Recuerda que tú existes,
por esa partícula de energía divina,
que llamamos alma/espíritu,
que es eterna o permanente.
Por lo tanto, si tú eres
lo único permanente que posees,
debes cuidar de ti,
de tu bienestar y armonía.
Está bien amar a los demás,
pero nunca por encima de ti mismo;
pues se nos dijo:
"Ama al prójimo, como a ti mismo".

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *