Suena casi lo mismo, ¿verdad?,
solo que cuando decimos ser feliz,
suena como algo natural, suave y fluido;
mientras que cuando decimos hacer feliz,
parece que aumentara su importancia,
al poner mayor énfasis en esa acción.
Es como si siendo felices,
tuviéramos todo lo necesario
para dar felicidad a otros;
como si la mayor felicidad
fuera la felicidad compartida.