Padre amado...
gracias por la fuerza de tu espíritu,
que me alentó en los tiempos difíciles;
por la fuerza de tu amor,
que me invadió en los tiempos de alegría;
y por la fuerza de tu confianza,
que me brindó el honor de ser tu lápiz,
y de impregnarme,
con la sabiduría que hay en tus letras.
Aquí sigo Señor,
dispuesta a recorrer,
el camino que dispongas.
Padre: desde que existo,
sólo recuerdo con certeza una sensación:
tu presencia Señor, siempre en mí.
Así es que hoy, como ayer,
me pongo en tus manos y te doy gracias,
por permitirme tocar tantos corazones,
al ser mensajera de tu amor.
Estamos acostumbrados a considerar
las experiencias difíciles
que viven los demás,
a través de la expresión "pobre";
sin tener en cuenta la carga energética
que contiene esta palabra.
Aunque la expresión pobre,
no tenga como objetivo
minimizar o pobretear a la persona,
sino considerar la situación
por la que está pasando;
contiene una gran carga negativa.
Esto me llevó a evaluar otra expresión
que transmitiera la misma consideración,
pero con una connotación positiva.
Así es que hoy te invitamos
a implementar en tu vocabulario,
la palabra valiente,
en reemplazo de la palabra pobre.
Ambas consideran la situación
por la que está pasando la persona,
pero la expresión valiente
cambia totalmente su carga energética.
De quién eres,
de qué quieres,
de dónde vienes
y para dónde vas.
Sé consciente
de tu estado físico y espiritual;
de tu capacidad creadora;
del poder que hay en ti,
que proviene de Dios;
y con base en ello, dale a cada cosa,
la trascendencia que merezca,
considerando que todo esto es pasajero,
y que no es más que una ilusión.
El cuerpo, como cualquier máquina,
debe ser bien manejada,
cuidada y reparada,
con un mantenimiento frecuente.
El síntoma, como la enfermedad,
son alarmas que indican,
que algo que estamos haciendo,
no es adecuado,
para su buen funcionamiento.
Para su mantenimiento y reparación,
acude a Dios, su creador;
a la medicina tradicional y alternativa;
y a la medicina energética,
que está presente en ti mismo,
y que puedes activar conscientemente,
para la regeneración
y curación de tu cuerpo.