Cuando respiras conscientemente,
recibes conscientemente
el oxígeno que penetra en tu ser;
el inspirar este oxígeno,
haciendo consciente la vida misma,
puede producir en ocasiones,
un pequeño ardor en la nariz.
Esta pequeña y sutil reacción,
nos muestra cómo, inconscientemente,
se percibe la vida con dolor o molestia;
ya que no siempre es fácil de sortear.
Sin embargo,
el hecho de hacerlo consciente,
es suficiente para que deje de molestarte.