Aprendamos a pedir

Le doy gracias a Dios,
por no haberme concedido,
muchas de las cosas
que le he pedido a lo largo de la vida;
estoy segura que de haberlo hecho,
hoy en día lo estaría lamentando.
Cuando le pedimos algo a Dios,
lo hacemos con total ignorancia,
de lo que es conveniente
y adecuado para cada quien;
ya que al pedir un trabajo,
salud, dinero, amor o cualquier resultado
que consideramos adecuado para alguien,
podríamos estar interfiriendo en el plan,
que Dios tiene para cada uno de nosotros.
Ya que esos problemas,
enfermedades, tristezas y soledad,
que consideramos una carga,
o una simple injusticia de Dios;
pueden ser el medio perfecto,
para nuestro aprendizaje.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *