¿Te preocupas demasiado?

Pre-ocuparte, sólo te lleva al estrés,
y si le das largas, puede enfermarte.
Pre-ocuparte no es útil,
pues te anticipa a algo,
que aún no ha sucedido;
y que puede no suceder.
Todo estado alterado, en exceso,
genera en tu organismo
sustancias nocivas,
que atentan contra tu bienestar y salud.
Para centrarte,
ubícate en el aquí y en el ahora,
haz tu 100% y el resto,
déjaselo a Dios.

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