Eres un ser espiritual,
eterno e infinito,
viviendo una experiencia humana,
en un plano físico, denso,
material y pasajero;
con el fin de experimentar,
aprender y comprender.
Cuando la comprensión,
tolerancia, paciencia y amor...
no son apreciadas ni valoradas,
por las personas
en proceso de transformación,
se hace necesaria la palabra NO.
Esta palabra que parece tan fuerte y dura,
al aparentemente cerrar opciones,
puede ser la mejor de las oportunidades,
si la persona en cuestión comprende,
que debe realizar un cambio radical
en su comportamiento,
para salir adelante y no seguir perdiendo.
Cuando te sientas triste, acongojado
y dominado por esa aflicción,
que parece aplastarte,
impidiéndote continuar la vida...
comienza a agradecer.
¡Gracias Padre, gracias, gracias, gracias!
Gracias por sentirme como me siento,
por no saber qué hacer,
por tenerte conmigo,
por darme la fuerza que necesito,
porque ya me siento mejor...
¡Gracias Padre, gracias!