Te enciendes...
¿como un fosforito?

Porque es fácil sucumbir al caos,
dando rienda suelta a tus emociones,
y a tus instintos primitivos,
causando estragos.
Sin embargo,
recordar que eres un ser de luz,
un ser de amor y sabiduría,
fruto del amor de Dios, ayuda.
Tienes el poder para transformar las cosas,
sin dejarte arrastrar por el caos.
Ese poder radica en tu consciencia,
que te permite darte cuenta de la situación;
en el autocontrol que te ayuda a manejarla;
y en la calma que te da la posibilidad
de actuar con objetividad.
Conservar la calma en medio del caos,
mantendrá tu corazón
en la luz, el amor y la paz;
pudiendo estar en armonía con Dios,
contigo mismo y con los demás.

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