Suelta tu carga

Hoy Dios te dice:
- Descansa en mí,
te ofrezco mi hombro, mi pecho,
mi canto para reposar.
Suelta tu carga,
deja que por un momento la lleve por ti;
déjame secar tus lágrimas,
y acariciar tu valiente corazón herido.
Permíteme escuchar tu queja,
comprender tu pena,
y envolverte entre mis brazos
por tan sólo un instante...
¡Este instante!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *