Sal de ti mismo
y proyéctate a los demás

Estar sumergido en ti mismo,
te hace perder objetividad y perspectiva,
hundiéndote en películas mentales,
que sólo traerán,
tristeza y soledad a tu vida.
Sin embargo, antes de salir,
ve hasta el fondo, busca a Dios
y cuéntale tu historia, busca su ayuda,
y con las nuevas fuerzas que Él te da,
sal a la superficie y mira a tu alrededor,
porque hay infinidad de personas,
inmersas en sí mismas,
y tu fuerza y experiencia,
les podría ayudar.

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