La familia, extraños conocidos

No permitas,
que los lazos de sangre que les unen,
sean el pretexto para ignorar
que necesitan conocerse;
porque tristemente,
los miembros de toda familia,
son extraños conocidos,
que se reúnen en matrimonios,
velorios y nacimientos.
Tenernos los unos a los otros,
es un regalo de Dios;
gocemos de este regalo,
que no sólo brinda apoyo,
sino compañía;
ya que es el fruto,
del verdadero amor.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *