Que no te supere el estrés

Ten presente,
que tú eres mucho más que tus emociones,
y mucho más que las situaciones
que intentas resolver.
De manera que cuando sientas
que ya no puedes más,
detente y pregúntate:
¿qué es lo que realmente,
sí puedo hacer?
Con base en la respuesta,
evalúa lo que no puedes hacer,
y pregúntate qué pasaría al no hacerlo.
Te darás cuenta,
de que aún en asuntos de vida o muerte,
hay cosas que puedes hacer y cosas que no.
¡Dedícate, a las que sí puedes hacer!

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