En ocasiones,
tanto nosotros como los demás,
podemos actuar de maneras absurdas,
dolorosas e inútiles,
dando respuestas inadecuadas
y haciendo cosas que después lamentamos.
Preguntarnos o preguntarles,
la razón de ese actuar,
pone en nuestras manos
o en las suyas,
la responsabilidad del caso;
lo que de alguna manera,
debe llevar a la reflexión.