Porque sólo hay un correcto,
no dos ni tres.
Así es que, aunque se estén perdiendo
los principios y valores que nos sostienen;
aunque se excluya a Dios de la vida;
aunque se confunda el significado
de respeto y responsabilidad;
y sobre todo, a pesar de que se olvide,
que cada acción tiene consecuencias...
¡lo correcto, siempre será lo correcto!