La mansedumbre del espíritu

La mansedumbre de tu espíritu se alcanza,
cuando has luchado
con tus propias fuerzas,
y te sientes agotado
ante las pruebas de la vida;
y viendo en vano tu lucha,
te has refugiado en Dios.
Cuando en tu búsqueda del cielo,
has tenido que bajar mil veces al infierno;
y en el proceso, has tocado fondo,
muriendo y renaciendo
a infinidad de cosas.
Es ahí cuando comprendes,
que todo era más sencillo
de lo que pensabas,
y que no era necesario desgastarte tanto;
porque con solo confiar y acogerte a Dios,
habría sido suficiente.

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