La mansedumbre del espíritu

La mansedumbre del espíritu

La mansedumbre de tu espíritu se alcanza,
cuando has luchado
con tus propias fuerzas,
y te sientes agotado
ante las pruebas de la vida;
y viendo en vano tu lucha,
te has refugiado en Dios.
Cuando en tu búsqueda del cielo,
has tenido que bajar mil veces al infierno;
y en el proceso, has tocado fondo,
muriendo y renaciendo
a infinidad de cosas.
Es ahí cuando comprendes,
que todo era más sencillo
de lo que pensabas,
y que no era necesario desgastarte tanto;
porque con solo confiar y acogerte a Dios,
habría sido suficiente.

Tarde o temprano… las respuestas llegan

Tarde o temprano… las respuestas llegan

La pregunta estrella de mi vida ha sido:
- ¿Qué hago... qué hago?
Lo simpático e interesante del caso,
es que el día menos pensado,
la respuesta llegó:
- ¡Nada!, no debes hacer nada,
simplemente, practica la flexibilidad,
y adáptate a lo que vaya llegando;
de manera que si te ha de afectar,
puedas manejarlo;
y si te puede hacer daño
puedas transformarlo.
Para el resto, simplemente fluye.

Las 8 “D” y las 4 etapas de la vida

Las 8 “D” y las 4 etapas de la vida

1- En la vida, hay un tiempo para
despertar y descubrir quién eres,
qué quieres y para dónde vas.
2- Un tiempo para desarrollar
y dirigir tu potencial,
hacia el logro de tus objetivos.
3- Un tiempo para dedicarte a disfrutar
de la vida, la familia
y los frutos de tu trabajo.
4- Un tiempo para descansar
y dejar todo aquello,
que no sirve para nada;
porque carga y agota.

¿Escapas de la realidad?

¿Escapas de la realidad?

Tal vez creíste que la vida
era un cuento de hadas;
que el amor y la vida eran color rosa,
y que las cosas serían como querías;
y al ver que no es así,
prefieres huir de la realidad
y escapar de todo,
en tu afán de vivir feliz para siempre.
La cuestión es que no puedes escapar;
porque la vida te lleva
a enfrentarla una y otra vez,
a cumplir con tus responsabilidades,
a afrontar las consecuencias de tus actos,
y a buscar la felicidad que anhelas,
dentro y no fuera de ti mismo.