Tarde o temprano… las respuestas llegan

La pregunta estrella de mi vida ha sido:
- ¿Qué hago... qué hago?
Lo simpático e interesante del caso,
es que el día menos pensado,
la respuesta llegó:
- ¡Nada!, no debes hacer nada,
simplemente, practica la flexibilidad,
y adáptate a lo que vaya llegando;
de manera que si te ha de afectar,
puedas manejarlo;
y si te puede hacer daño
puedas transformarlo.
Para el resto, simplemente fluye.

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