El punto de equilibrio,
que permite medir hasta dónde...
o hasta cuándo permanecer en algo,
se da cuando nadie se ve afectado;
en el momento en que alguna de las partes
se ve afectada, se ha perdido el equilibrio,
y es necesario parar.
Las relaciones en realidad, no terminan,
simplemente se interrumpen;
porque somos parte de esa unidad,
que llamamos Dios.
En las relaciones se completan etapas,
y a veces hay que hacer pausas.
Una pausa,
es un tiempo de reflexión,
evaluación y confirmación
de los vínculos que nos unen,
con el fin de comprender,
la importancia que cada quien tiene,
en la vida del otro.