¡El Tiempo es vida!

El tiempo que tengo de vida,
aunque está definido por Dios,
no es conocido por mí.
De mí depende aprovecharlo,
para construir cosas hermosas,
que perduren en los vínculos que creo,
en el saber vivir, en el lograr amar
y en la comprensión que tenga,
hacia mí, hacia la vida y hacia los demás.

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