El efecto de elevar
el tono de voz

Generalmente subimos el tono de voz,
cuando sentimos o pensamos,
que no somos escuchados.
La cuestión es que al hacerlo,
damos la impresión de estar enojados,
y la otra persona puede sentirse agredida,
elevando también el tono de su voz;
lo que puede acabar en conflicto.

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