Cruza hacia la orilla
donde se encuentra el amor

En situaciones de conflicto,
puedes elegir no ceder,
no dar tu brazo a torcer,
quedarte en donde estás y pensar:

- Ah, yo soy así, si les gusta bueno
y si no, que vean a ver qué hacen,
porque yo no voy a cambiar.
O podrías cruzar el abismo
de ese tonto orgullo,
y ser práctic@,
al evaluar lo que está en juego;
porque se trata de tu vida,
o de la de alguien más;
se trata de la felicidad de todos;
de cultivar buenas relaciones,
y de construir un futuro,
por el que vale la pena luchar.
También podrías quedarte
sin hacer nada,
con un pie en una orilla
y el otro en el vacío,
sin saber qué hacer;
y quedarte con esa duda toda la vida.
¿Qué harás?
Porque el amor
y la felicidad que anhelas
se encuentran en la otra orilla...

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