Cierto día, el diablo,
aburrido con el infierno, dijo:
- “Este chuzo ya no es rentable,
lo voy a vender”.
Puso avisos de liquidación total
y empezó a dar inusuales ofertas:
3x1, pague 3 y lleve 5,
y la gente empezó a llegar como loca.
Entre ellos, llegó un “paisa”, (Colombiano),
quien al ver el potencial del infierno,
se apresuró a ofrecer:
- ¡Lo compro todo!
El diablo contento aceptó la oferta;
pero se anticipó a decir:
- Todo... menos esa cajita roja.
Para el paisa, este fue el reto final;
empezó a negociar, pero fue inútil,
el diablo no cedió.
Finalmente, el paisa ya cansado, le dijo:
-“Bueno, está bien, compro el infierno,
sin la cajita roja;
pero por lo menos dígame,
¿qué hay en ella?
El diablo le dijo:
-“La duda,
y es lo único que no venderé;
pues con ella, cuando yo quiera,
lo puedo recuperar todo”.
¿Qué tal?
Para que te des cuenta,
del poder que tiene la duda.