Todo es cuestión de manejo

No son las cosas que me pasan
las que me afectan;
sino la actitud que tomo ante ellas.
Por lo tanto, depende de mí,
que las emociones, el temperamento,
las relaciones, los conflictos,
las crisis, las pérdidas,
y las entre comillas “desgracias”,
me afecten o no.

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