Si quiero estabilidad en mi vida,
debo aferrarme a lo permanente,
no a lo pasajero
Ya que lo que más aprecio...
familia, pareja, amigos, relaciones en general;
trabajo, dinero, salud, posesiones y placeres,
son pasajeros, hoy están y mañana no.
Lo único permanente que poseo, después de Dios,
es a mí mismo y a mis creencias: principios y valores.
Aferrarme a ellos,
es lo único que puede mantenerme firme,
en caso de que todo lo demás se desvanezca.