¡Fuimos creados sanos!
Sin embargo,
al abusar de la libertad que Dios nos dio,
y manejar inadecuadamente la energía,
nos contaminamos, creando la enfermedad.
Cuidar mi salud significa:
cuidar mi espíritu, alimentando mi alma;
cuidar mi mente, de pensamientos negativos;
alimentar mi corazón,
con sentimientos puros y amorosos;
y cuidar mi cuerpo, teniendo buenos hábitos.
De esta forma, todo mi SER recibirá,
el maravilloso regalo, de estar bien.