Porque para tener la razón,
tendrás que enfrentarte
a otras personas y opiniones,
lo que te llevará a perder o a ganar.
La cuestión es que aunque no lo creas,
serán más las pérdidas que las ganancias,
pues perderás energía,
amigos y personas queridas;
perderás paz, tranquilidad, felicidad;
y aunque al final tengas la razón,
estarás solo para disfrutar tu triunfo.
No tienes que luchar con nadie,
para tener la razón;
ella es evidente, a pesar de todo,
y no vale tanto
como para arriesgarlo todo por ella.