La inconsciencia,
es una negación total,
que impide ver y aceptar las cosas,
como son en realidad.
Generalmente se presentan,
después de experiencias
emocionales intensas,
que dejan profundos vacíos y desesperanza,
llevándonos a una anarquía
con nosotros mismos,
donde quebrantamos leyes universales...
empezando por la ley del amor
hacia nosotros mismos.
Perdemos los buenos hábitos
de salud y de vida,
y dejamos de cuidar y valorar
lo que se nos ha dado;
de esta forma, los vacíos que tenemos,
afectan el cuerpo y el alma,
enfermándonos.
El sufrimiento y la desilusión constantes,
el miedo y la desesperanza, el desamor;
nos llevan a tratar de llenar esos vacíos,
con factores externos,
cigarrillo, alcohol, drogas, sexo;
y poco a poco, una mala alimentación
y malos hábitos de vida,
nos enferman y destruyen.
La persona se ve afectada por lo que le pasa,
y no saber cómo manejar las cosas,
le lleva a distorsionar la realidad;
a tener emociones y sentimientos negativos,
profunda tristeza, rabia, odio, ira,
desilusión, rencor, resentimiento,
dolor, amargura, angustia, miedo;
que no sólo afectan a los demás,
sino que le contaminan y enferman.
Darle mucha importancia y trascendencia a todo,
o a algo en particular
Personas propensas:
las que son literales, es decir,
las que toman lo que les pasa
al pie de la letra,
viviéndolo en forma intensa,
como una gran verdad absoluta,
que lleva a la creación,
de sentimientos y emociones
de gran magnitud, dolor y sufrimiento.
Estas personas,
se dejan llevar por un espejismo,
que les hace ver lo pasajero,
como algo definitivo;
el uso excesivo de energía,
tanto en su campo mental como emocional,
causa alteraciones en el flujo de energía,
y por lo tanto, enfermedad.
Ten presente que cada persona
tiene su talón de Aquiles;
esto quiere decir,
su zona de vulnerabilidad,
donde es más propenso
y susceptible a enfermar,
como resultado,
de un mal manejo de su energía.
Portales hacia la enfermedad:
1- Darle mucha importancia
y trascendencia a todo
o a algo en particular,
dejándose afectar por ello.
2- Manejar mal las cosas.
3- Caer en estados extremos:
excesos, inconsciencia, negación.
Como bien sabemos,
cada persona y cada organismo,
es único y diferente;
programado para responder,
de acuerdo a un plan divino,
que contiene las lecciones
que debemos aprender.
Además no debemos olvidar,
que somos la suma de lo que hemos sido;
y que en nuestros haberes y pendientes:
karma positivo y negativo,
hay una gran cantidad de información,
que no sólo se relaciona
con nuestra experiencia actual,
sino con experiencias anteriores;
y que todas tienen,
una razón y un propósito a cumplir.