¡Ojo con señalar!

Cada vez que señalo a alguien,
con el ánimo de juzgarle o criticarle,
cuatro dedos me señalan a mí,
indicando,
que lo que me molesta de los demás,
es algo que debo corregir en mí mismo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *