No hay justificación alguna,
para quebrantar una ley

Me disponía a cruzar con mi auto,
cuando vi la señal que indicaba una sola vía,
y más adelante, a un policía de tráfico;
sin embargo, para mi sorpresa, realicé el cruce.
Lógicamente el policía me detuvo,
y cuando argumenté sobre la tontería
que acababa de cometer, él me dijo:
“No hay justificación alguna,
para quebrantar una ley”.
Ante eso, totalmente de acuerdo, respondí:
“Tiene toda la razón, deme la multa:
es el precio, por aprender tan valiosa lección”

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