En ocasiones nos sentimos revueltos
y abrimos las puertas de nuestra mente,
a todo tipo de pensamientos negativos,
que lo único que hacen, es revolvernos más,
llenándonos de ira, rabia, dudas y desamor.
En estos casos,
recurre a llenar tu mente,
con la palabra gracias;
repítela hasta el cansancio,
sin pensar en nada más.
¡Gracias, gracias, gracias, gracias...!
Verás cuánto te ayuda.