Porque desafortunadamente,
vivimos expuestos,
a perder lo que tenemos;
razón por la cual,
evitamos comprometernos.
El temor a perder y sufrir es tan grande,
que mucha gente prefiere,
renunciar a la posibilidad,
de encontrar una buena pareja;
a correr el riesgo de amar... y perder.
Lo interesante de este planteamiento,
es que de todas formas perdemos;
ya sea por elección propia,
al negarnos a tomar la oportunidad
que se nos presenta;
o por ese mismo temor... a intentarlo.
Ante estas dos opciones...
¿Qué harás?
¿Continuarás huyendo,
a la posibilidad de ser feliz;
o... te arriesgarás a intentarlo?