La función de un lápiz,
es escribir lo que la mano dicte

Un lápiz no piensa por sí mismo,
y mucho menos, actúa por sí mismo,
pues tiene la gran capacidad
de dejarse guiar.
Qué maravilloso sería
si todos fuéramos lápices,
y permitiéramos que la mano de Dios,
escribiera a través nuestro.
Qué maravilloso sería...
si soltáramos el control,
y simplemente nos dejáramos guiar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *