Ignorantes de nosotros,
ignorantes de los otros

Ten presente,
que si no te das cuenta de ti mismo,
es bastante improbable,
que te des cuenta de los demás.
Así es que empieza,
por tomar consciencia de ti mismo,
para poder ser consciente
de lo que te rodea;
y más aún,
para poder ser consciente,
de lo que te contiene,
porque lo creas o no,
eres parte de Dios.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *