Fluir es soltarnos
y permitir que la corriente nos lleve,
sin hacer ningún esfuerzo,
sin oponer resistencia,
sin imponer acción alguna;
sin pretender nada.
A veces no sólo es importante,
sino necesario, soltar el control;
porque en el intento,
de que todo sea a nuestra manera,
podríamos llegar a quebrarnos.