Cada nuevo día, como cada nueva etapa,
es un nuevo comienzo,
que me invita a prepararme espiritual,
física, emocional y mentalmente;
hacia una mayor consciencia
de mí mism@,
de las personas que me rodean,
y de la calidad, progreso
o estancamiento de mi vida.
¿Estoy listo para realizar
los cambios y ajustes necesarios?