Esos celos amargos...

Mucha gente se llena de rabia,
envidia y celos amargos,
frente al éxito, la abundancia
o la suerte de los demás;
dañando no sólo su vida,
sino su corazón,
que cada día se vuelve
más duro, áspero y oscuro.
El que alguien tenga algo,
que yo no tengo,
no significa,
que sea más afortunado que yo.
Significa, que yo tengo algo,
que esa persona no tiene,
y que eso no depende de mí o de ella;
depende de la ley de correspondencia,
que rige el universo y que es perfecta;
por lo tanto, no tiene sentido,
envenenarse por esto.

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