Porque te puedes pasar la vida
esperando y esperando
que sucedan milagros;
que las personas cambien;
que actúen diferente;
que se den cuenta de sus errores;
y que algún día te amen y valoren
como corresponde.
La cuestión es que mientras tanto,
permites que te maltraten,
que te ignoren, te fallen y atropellen;
y al hacerlo, dejas de velar por ti mismo,
por tu bienestar y tu armonía.
Es tiempo de comprender
que las personas son como son,
y que los cambios que esperas,
son el fruto de su decisión,
no de la tuya.
Sin embargo, puedes elegir
y tomar la decisión de alejarte
y evitar que te sigan afectando.