El difícil... pero fácil
arte de juzgar

Qué difícil debe ser
la labor de un juez;
qué difícil lograr ser justo.
Sin embargo,
qué fácil nos resulta juzgar;
incluso sin tener una información
completa de los hechos.
Nadie nos juzgará al morir;
ya que nosotros mismos,
seremos nuestros propios jueces.
Si Dios o alguien lo hiciera,
seguramente argumentaríamos diciendo:
-Pero es que... fue que... etc.,
justificándonos de mil maneras.
El evaluar nuestras acciones
con lente propio,
y bajo la conciencia ineludible
de la realidad vivida;
hace prácticamente imposible
el justificar, disculpar,
o evadir responsabilidades.

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