Paradójicamente,
cuando estás más cerca
de alcanzar tu meta,
es cuando el cansancio aparece,
invitándote a abandonar tus sueños
y a darte por vencido;
con la excusa de que ya no puedes más.
Es normal y natural,
que veas tu meta inalcanzable,
y que el cansancio pretenda derrotarte.
Cuando esto suceda,
enfócate en el aquí y en el ahora,
tu meta es este instante,
este paso, nada más;
y con esta certeza, paso a paso,
cumplirás tu objetivo.