Porque cuando amas y eres amado,
te sientes vivo, radiante, lleno de alegría,
de sueños y ganas de vivir;
pero cuando el amor se aleja de tu vida,
es como si la misma vida lo hiciera,
y en su camino se llevara con ella,
la alegría, la esperanza y las ganas de vivir.
Así es que,
cuando el amor humano te deje,
y te sientas perdido, solo y abandonado,
despierta y recuerda que el amor,
que te ha sostenido desde siempre,
es el amor de Dios,
que es el único amor, que nunca falla.