El amor, antídoto universal

La energía,
fuente de vida y de todo lo que existe,
proviene de esa fuente creadora,
que llamamos Dios;
Dios es amor, por lo tanto,
su energía es de amor
y nosotros creámoslo o no,
querámoslo o no,
también somos amor.
Hemos sido creados, como fruto del amor;
el amor, es la fuente vital que nos sostiene,
y cuando el amor falta en nuestras vidas,
la vida se aleja y aparece la enfermedad,
ya sea de cuerpo, alma o espíritu.

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