La autoestima,
como lo expresa la palabra,
no es más que tu propia forma
de valorarte, amarte,
apreciarte y respetarte;
y la forma de llegar a esto,
es a través del conocerte.
Cuando te conoces, sabes quién eres,
cómo eres, qué quieres,
de dónde vienes y para dónde vas;
y lo sabes, porque has dedicado tiempo
a estar contigo, a profundizar en ti,
y a conocerte como lo harías con un amigo.
Cuando conoces a alguien
y más aún a ti mismo,
la información es sólida;
porque es fruto
de una experiencia propia, no ajena.
Por lo tanto, la opinión de los demás,
deja de ser relevante.