Porque eso de andar cargando
con el pasado a todas partes,
es realmente agotador e inoficioso;
más aún cuando el pasado ya pasó,
y no tiene sentido,
continuar trayéndolo a tu presente.
En especial cuando hablas,
y cuentas lo que ya pasó,
en tiempo presente;
como si estuviera sucediendo
en el momento.
Revivirlo una y otra vez,
te impide soltarlo,
para poder sanar y continuar.
Traer el pasado al presente,
es traer un fantasma a vivir contigo;
un fantasma que empañará
y contaminará tu día a día,
cuando la única forma de vivir
y disfrutar lo que tienes,
es a través del aquí y del ahora.
Deja el pasado atrás, donde pertenece;
aprende de él y sitúate en el presente,
que es tu única realidad.
El resto es un espejismo,
de algo que fue, pero ya no es.