Brindando herramientas

Recuerdo cuando mis hijas
estaban pequeñas...
en especial en esos momentos
de gran pataleta,
cuando el universo
me mostraba claramente,
los aspectos en los que debía formarlas.
Yo las observaba entre asombrada, consternada y preocupada,
preguntándome qué hacer...
Veía a la mayor,
con su genio y su temperamento;
cuando se enojaba parecía un toro,
hasta resoplaba por la nariz,
mientras con su pie golpeaba el piso;
y a la pequeña con sus pataletas,
sus caprichos y su terquedad.
Entonces pensaba en la necesidad,
de darles herramientas:
elementos de ayuda que les permitiera,
fortalecer sus debilidades
y limar sus asperezas;
manejar su carácter, su temperamento
y defenderse en la vida.
Y a eso me dediqué.

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