Recuerda que todo sucede
por una razón y con un propósito,
y que a pesar de que no entiendas
lo que pasa, ni por qué pasa,
y mucho menos que te pase a ti,
ha sido permitido por Dios;
y seguramente contiene
una o más bendiciones,
que en su momento se revelarán.
Así es que,
en lugar de ver lo malo de las cosas,
dedícate a ver sus bendiciones;
porque llueve, pero tienes sombrilla,
chaqueta y otros recursos.
Dios siempre te ayuda,
especialmente en los tiempos difíciles,
con el fin de hacerlos más llevaderos.