Soy consecuente con lo que pienso,
con lo que siento y con lo que hago;
dividirme al pensar una cosa,
sentir otra y hacer otra,
me lleva al conflicto y al caos total.
Por eso elijo ser fiel conmigo mismo,
a pesar del alto precio que deba pagar,
a ser juzgado y condenado por los demás;
que pueden no entender mis razones,
ni el propósito de mi actuar.