Al comprender
que no son las cosas que nos pasan
las que nos afectan,
sino lo es, la forma inadecuada
en la que reaccionamos ante ellas,
causándonos más dolor y sufrimiento,
llegamos a la causa u origen
de nuestras dolencias.
Sanar,
es transformar conscientemente,
ese dolor, sufrimiento y enfermedad,
en alivio, bienestar y salud,
a través de la luz, el amor y la sabiduría;
retornando así, a la armonía y el equilibrio.