La risa
se ha considerado una terapia,
porque relaja,
liberando no sólo los músculos,
sino las emociones densas,
las cargas, presiones, tensiones,
represiones, traumas y conflictos.
Es muy sencillo,
empieza por sonreír y luego a reír,
aunque no tengas ganas.
La risa llama a la risa,
como la tos llama a la tos;
así es que ríe, escucha tu risa
como una cascada de alegría,
y déjate contagiar por ella,
soltando lo que te aflige,
mientras te diviertes.