Porque la vida,
como cada uno de sus momentos,
es para vivirla, disfrutarla
y gozártela a plenitud.
Así es que deja el afán,
porque del afán,
no queda sino el cansancio;
y comienza a deleitarte con la vida,
con las personas
y con cada cosita que hagas.
Ten en cuenta,
lo que las malas lenguas dicen:
"Que así como comes,
es como vives y haces el amor".
Por lo tanto,
no dejes de disfrutar lo que tienes,
por estar siempre a las carreras.
La risa
se ha considerado una terapia,
porque relaja,
liberando no sólo los músculos,
sino las emociones densas,
las cargas, presiones, tensiones,
represiones, traumas y conflictos.
Es muy sencillo,
empieza por sonreír y luego a reír,
aunque no tengas ganas.
La risa llama a la risa,
como la tos llama a la tos;
así es que ríe, escucha tu risa
como una cascada de alegría,
y déjate contagiar por ella,
soltando lo que te aflige,
mientras te diviertes.
Aun en medio de la mayor tristeza,
la risa es la mejor válvula de escape;
renueva la energía, produce endorfinas,
nos ayuda a cambiar de canal,
y lo más importante de todo,
nos confirma que eso que nos pasaba,
no era para tanto.
Si en todo banquete
hay espacio para un postre,
en la vida siempre hay lugar,
para una sonrisa.