Podría sucederte

La realidad es que vivimos tan tensos
con el corre-corre diario,
con las situaciones por resolver,
los conflictos inesperados,
las responsabilidades y obligaciones,
las cosas que no nos resultan,
lo que queremos hacer y no podemos...
Todo lo anterior, sumado a los problemas
y preocupaciones personales
que se van acumulando,
acaban restándole paz
y felicidad a nuestra vida,
llenando nuestro cuerpo,
nuestra mente y nuestro corazón,
de aflicción, de presión,
y por supuesto, de tensión.
Presta atención a esta situación
pues podría estar causándote daño.

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